Cómo elegir las gafas o lentes más adecuados para tu tipo de visión

Las gafas son un accesorio que no solo mejora nuestra visión, sino que también refleja nuestra personalidad y estilo. Sin embargo, elegir las gafas o lentes adecuados para nuestro tipo de visión no es una tarea sencilla, ya que hay muchos factores que debemos tener en cuenta. En este artículo, te daremos algunos consejos para que puedas comprar las gafas o lentes que mejor se adapten a tus necesidades y preferencias.

¿Qué tipo de gafas o lentes necesitas?

Lo primero que debes saber es qué tipo de gafas o lentes necesitas según tu problema de visión. Existen dos tipos principales de gafas: las monofocales y las multifocales. Las gafas monofocales tienen un solo lente que corrige un solo defecto visual, como la miopía, la hipermetropía o la presbicia. Las gafas multifocales tienen dos o más lentes que corrigen diferentes defectos visuales, como la presbicia y la miopía, en el mismo lente. Dentro de las gafas multifocales, podemos encontrar las bifocales, las trifocales y las progresivas.

Las gafas bifocales tienen dos lentes separados por una línea horizontal, que corrigen la visión de lejos en la parte superior y la de cerca en la parte inferior. Las gafas trifocales tienen tres lentes separados por dos líneas horizontales, que corrigen la visión de lejos, la intermedia y la de cerca. Las gafas progresivas tienen una transición suave entre las diferentes zonas de corrección, sin líneas visibles, lo que ofrece una visión más natural y cómoda.

Para elegir el tipo de gafas o lentes que necesitas, debes consultar con tu oftalmólogo o tu óptico optometrista, que te harán un examen de la vista y te darán una receta con tu graduación y las características de tus lentes. También te pueden recomendar el tipo de material, el grosor, el índice de refracción, el tratamiento y el diseño de tus lentes, según tu tipo de visión y tu estilo de vida.

¿Qué tipo de montura te favorece?

Una vez que sabes qué tipo de gafas o lentes necesitas, el siguiente paso es elegir la montura que más te favorezca. La montura es la parte más visible de las gafas, por lo que debe combinar con tu forma de rostro, tu color de piel, tu color de ojos y tu color de cabello. Además, debe ser cómoda, resistente y ligera.

Para elegir la montura que más te favorezca, puedes seguir estas pautas generales:

• Si tu rostro es ovalado, puedes optar por cualquier tipo de montura, ya que se adapta a todas las formas y tamaños. Solo debes evitar las monturas que sean demasiado grandes o pequeñas para tu rostro.

• Si tu rostro es redondo, lo ideal es elegir monturas que añadan ángulos y líneas a tu rostro. Las monturas cuadradas o rectangulares son una excelente opción, ya que ayudarán a crear la ilusión de un rostro más alargado y definido.

• Si tu rostro es cuadrado, lo mejor es elegir monturas que suavicen tus rasgos y aporten equilibrio a tu rostro. Las monturas redondas o ovaladas son una buena alternativa, ya que contrastarán con tus ángulos y armonizarán con tu rostro.

• Si tu rostro es triangular, lo más conveniente es elegir monturas que resalten la parte superior de tu rostro y disimulen la parte inferior. Las monturas tipo cat-eye o con detalles en la parte superior son una opción acertada, ya que atraerán la atención hacia tus ojos y equilibrarán tu rostro.

• Si tu rostro es alargado, lo más recomendable es elegir monturas que acorten y ensanchen tu rostro. Las monturas grandes o con líneas horizontales son una opción ideal, ya que romperán la longitud de tu rostro y le darán más proporción.

En cuanto al color de la montura, puedes elegir el que más te guste y se adapte a tu personalidad, pero también puedes tener en cuenta el color de tu piel, de tus ojos y de tu cabello. Por ejemplo, si tienes la piel clara, los colores cálidos como el rojo, el naranja o el rosa te sentarán bien. Si tienes la piel oscura, los colores fríos como el azul, el verde o el morado te favorecerán. Si tienes los ojos claros, puedes elegir un color que resalte tu mirada, como el azul, el verde o el gris. Si tienes los ojos oscuros, puedes optar por un color que contraste con tu iris, como el marrón, el dorado o el negro. Si tienes el cabello claro, puedes elegir un color que armonice con tu tono, como el beige, el marfil o el blanco. Si tienes el cabello oscuro, puedes elegir un color que destaque con tu melena, como el rojo, el amarillo o el naranja.

¿Qué tipo de lentes te conviene?

El último aspecto que debes considerar a la hora de elegir las gafas o lentes más adecuados para tu tipo de visión es el tipo de lentes que te conviene. Los lentes son la parte más importante de las gafas, ya que son los que corrigen tu visión y te permiten ver con claridad. Por eso, debes elegir los lentes que mejor se adapten a tu graduación, a tu tipo de gafas y a tu estilo de vida.

Los lentes se pueden clasificar según el material, el índice de refracción, el tratamiento y el diseño. A continuación, te explicamos cada uno de estos aspectos:

• El material es la sustancia con la que se fabrican los lentes. Los materiales más comunes son el cristal y el plástico. El cristal es más resistente a los arañazos, pero también más pesado y frágil. El plástico es más ligero y seguro, pero también más propenso a los arañazos. Dentro del plástico, hay diferentes tipos, como el policarbonato, el trivex o el alto índice, que ofrecen mayor resistencia, ligereza y delgadez que el plástico estándar.

• El índice de refracción es la medida que indica la capacidad de un material para desviar la luz. Cuanto mayor sea el índice de refracción, más delgado y ligero será el lente. Esto es especialmente importante para las personas con graduaciones altas, que necesitan lentes más gruesos y pesados. Los lentes de alto índice son una buena opción para estas personas, ya que reducen el grosor y el peso de los lentes, y mejoran la estética y la comodidad de las gafas.

• El tratamiento es el proceso que se aplica a los lentes para mejorar sus propiedades ópticas y estéticas. Existen diferentes tipos de tratamientos, como el antirreflejante, el fotocromático, el polarizado o el endurecido. El tratamiento antirreflejante elimina los reflejos molestos de la luz, mejora la calidad de la visión y la apariencia de las gafas. El tratamiento fotocromático hace que los lentes se oscurezcan o se aclaren según la intensidad de la luz, protegiendo los ojos de los rayos UV y adaptándose a las diferentes condiciones de iluminación. El tratamiento polarizado filtra la luz reflejada por superficies como el agua, la nieve o el asfalto, reduciendo el deslumbramiento y mejorando el contraste y la percepción de los colores. El tratamiento endurecido protege los lentes de los arañazos, alargando su vida útil y manteniendo su transparencia.

• El diseño es la forma que tiene el lente para corregir el defecto visual. Los diseños más habituales son el esférico, el asférico y el freeform. El diseño esférico tiene la misma curvatura en toda la superficie del lente, lo que puede provocar distorsiones y aberraciones en los bordes, especialmente en graduaciones altas. El diseño asférico tiene una curvatura variable que se va aplanando hacia los bordes, lo que reduce las distorsiones